miércoles, 26 de junio de 2013

Las cuerdas no vibran

Desde hace mucho consideraba como ecuación ilógica el que gente que se dedicara a salvar y/o contribuir en la vida de los demás tuviera una vida caótica.... ahora me veo hablando de comunicación, siendo que vivo del silencio... no era tan ajena aquella incoherencia, quizás siempre fue algo correlacionado.
Hablo de amor y de fé en creencias y motivaciones, teniendo el corazón roto, sin creer y sin ganas de vivir siquiera.
Me gusta creer que me apoyo en la baranda, cerveza en mano, sonriendo,y que miro hacia New York, me rio, bebo y sigo riendo... pero no... no tengo balcón, no me gusta beber, soy horrible en las fotos, por lo tanto escasean las imagenes de mi sonriendo o riendo y además no estoy en New York jeje, ni siquiera mi ventana da hacia la calle, y si la abro de tope a tope me enfrio, lo suficiente como para solo mirar a través de las cortinas.
A veces no me gustaria tener vidrio en las ventanas, tal como en las películas de acción me gustaria que fueran de caramelo, y con cada mal rato o de simple antojo dar una mordida. no tener ventanas, que fuera una puerta al techo, no importa el peso, caeria, me rompería las piernas y una que otra costilla, pdero reiria, lo intente.... salí de ahí, no fue necesario hablar de amor y esas cosas, camine por mi techo, caí y me reí, con eso basta, la mejor terapia, caer y reir.

....

Por mas amada que sea, esta soledad abrumadora es colapsante, como si el deseo de infelicidad hacia mi persona fuera mas grande que mis ganas... pero ganas de que? me lo he preguntado? pues cada día, en que enciendo un habano.... no fumo, no tomo, no sueño, no duermo, no vuelo, no siento, al menos escucho mi voz en mi cabeza, al menos yo me escucho. Es lo mas grato del día, escuchar mi voz contar mi historia, hablarme a mi misma, no creo que el mundo no me entienda, solo que no me agrada que intenten hacerlo, no les doy la chance, quizas todo sea tan simple.
Y así es como descubroque entre mas comunicación entreguemos a los otros, mas silencio habrá en nuestras voces, las cuerdas se añejan,y cuando llega el momento, no vibran, ya no vibran ni se desgarran.
Que el silencio no nos ahogue, ni en agua, ni con gases, ni con manos, si el silencio nos ahoga es por decisión propia, es suicidio... y a veces creo, que con ello opto por morir poco a poco.

martes, 11 de junio de 2013

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"Y así fue como la locura tocó a mi puerta, le dije "entra" y ella me dijo "no, vengo a buscarte""