domingo, 14 de diciembre de 2014

Hace tiempo que no me dolía el alma -si es que aún tengo-, siento que herí a una persona hermosa, quien con facilidad se transformaba en un monstruo.
¿Me defendí o lo ataque?
¿O acaso fue la detonación de un malestar constante?
Aún no tengo claro que ocurrió, cómo es que se puede cambiar de opinión tan rápido.... un día te buscan y al otro no quieren que les hables, no entiendo. Sólo quería ayudar, verlo bien, con o sin mi, y sólo resultó ser un ataque al borde de lo irracional. Dije verdades que no queria decir de aquella forma ni en aquel momento, pero me sentí humillada, que me ridiculizaban.... que me trataban como idiota.... me sentí pésimo, sólo atine a defenderme de alguien que no quería saber de mi. 
Qué pena, cuanta tristeza traída a escena, no era necesario, no lo era. Si tan sólo lo hubiera dejado tranquilo o si tan sólo el hubiera sido más educado.
Si tan solo.... no nos hubiéramos conocido. 
Demasiado enfermos como para lograr congeniar. 

No hay comentarios: