lunes, 6 de junio de 2016

A veces creo que si juntara todas las cartas de adiós escritas, serían al menos diez a una si las comparara con las cartas de amor recibidas.
Una vez me dijeron, que lo que más dolía, era mi facilidad de mandar a la cresta y luego retractarme. Es verdad, me es más fácil generar dolor que momentos gratificantes.

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