domingo, 6 de diciembre de 2015

Cambio mi nostalgia y mi odio por domingo por llover

Cambio la nostalgia de los domingos por un fuerte abrazo, panqueques extra dulces y películas.
Cambio la tristeza de los domingos por una mirada frente a frente y una sonrisa insinuante.
Cambio los domingos por completo.
Cambio mi odio hacía los domingos por amor sincero.

Odio los domingos.
Odio no acostarme cansada de amar los sábados por la noche.
Odio que no haya sexo en las madrugadas.
Odio no despertar acompañada.
Odio no aprovechar la mañana.
Odio no cocinar con alguien.
Odio no pasear por las tardes.
Odio no tener golosinas escondidas.
Odio que llegue la noche.
Odio tener que drogarme para dormir.
Odio no dar un beso de despedida y desear que tenga aquella persona una buena semana.
Odio.
Odio esta agonía silenciosa.

Odio hacer lo que hago por mi, sola.
Odio estudiar sola.
Pero al menos puedo auto cuidarme y entrenar.
Al menos eso.
Estar en familia.
Regalonear.
Al menos algo puedo amar dentro de esta soledad que siento.

Quizás ya no deba odiar, pero tal como la canción de Alelí "tengo esa nostalgia de domingo por llover".

No hay comentarios: