La ansiedad se apodera de mi,
los fármacos no bastan,
y es como si la voluntad no existiera.
Lo impulsos están latentes,
los fármacos se anulan,
y es como si la voluntad estuviera dormida.
La voluntad se ha dormido....
....
.... jamás la hemos despertado ....
....
sigamos durmiendo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario