sábado, 10 de enero de 2015

A veces quisiera cambiar el mundo,
y me doy cuenta que cometo el mismo error de seguir igual que antes.
A veces quisiera sanar, sonreír,
y me doy cuenta que caigo en el mismo mal.
A veces quisiera mirarte a lo lejos y decirte que las cosas dejaran de estar mal,
y me doy cuenta que ya no estas ahí.

Me quejo de mi misma, de los demás, de los problemas, de las soluciones,
y sigo estática, esperando que la lluvia traiga consigo alegrías, mas no solo un día nublado.

Me quejo de mi misma y no hago nada por ayudarme, no me escucho, solo me consuelo.
Caigo en la auto lástima, la envidia, el sufrimiento, y no hago nada por remediarlo.

A veces pido que me entiendan, cuando ni siquiera puedo yo hacerlo.
A veces pido que me entiendas, cuando ni siquiera yo me doy el tiempo de oírte.

A veces me gustaría intentarlo.... luego recuerdo que no tiene sentido.
A veces me siento sola.... luego recuerdo que así lo quise.
A veces pienso.... luego me recuerdo que soy una imbécil.
A veces te necesito.... luego recuerdo que es absurdo.

A veces quisiera un abrazo, una palmada en el hombro, luego recuerdo que no quiero a alguien cerca.
Luego recuerdo que te quiero aquí junto a mi más que nunca y olvido porque ya no es posible.

A veces me quejo demasiado,
a veces olvido disfrutar,
a veces recuerdo la amargura,
a veces le doy más espacio,
a veces me quedo,
a veces me voy,
a veces me río,
y a veces soy parte del absurdo.

Y a veces recuerdo cuanto nos amábamos,
y a veces prefiero olvidarlo.

A veces nos reencontramos en camas ajenas,
a veces nos disfrutamos.
Y a veces es seguir como si aquello no hubiera pasado.

Siempre te extraño,
y siempre prefiero olvidarlo.

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