lunes, 13 de abril de 2015

Las noches que más te extraño, son aquellas en las que debo estudiar. Si, lo admito, a pesar de que me odies, ni me mires en la u, extraño tu compañía, tu amistad, tus sorpresas, el sonido del motor. Je, es gracioso, pero el sonido del motor es lo que más relaciono contigo. 
Terminamos como la mierda, tienes razones de sobra para odiarme, tuve muchas culpas, lo asumo. Y sé que no deberías por qué pensarme, pero sí, en estas noches en que debo estudiar, te recuerdo a mi lado, aunque no me pescaras -como lo fue en el último tiempo- .... wait. por qué escribo esto? en realidad busco desahogarme, creyendo que lo leerás, que me responderás. Sé que no es así, se que ya no existo y sé que último tiempo dejaste de amarme. Yo era la mina que estaba cuando no tenías que estudiar o cuando no querías estar en tu auto o no querías tocar música o webiar con otras. Siento que me cagaste, quizás no físicamente, pero si que te interesaron otras minas. En especial si eran matemáticas o les gustaba la música y sabían tocar. Después de ese comentario que leí, mi confianza se fue a la mierda. En especial cuando no entendías que algunas cosas me dañaban. Todo era como tu querías que fuera, sino, filo, yo dejé de importar desde hace mucho. Que rabia de gritarte las weas a la cara. Permití que me hicieras mucho daño, como yo también te lo hice. Ayudaste a que yo fuera la peor versión de mi contigo, a alguien que ame mucho. Me proyectaba caleta, y siento que nada valió la pena. Ni el nacimeinto de tu sobrina me avisaste, ni la celebración previa. No me querías en tu familia. No me querías. Ni a tu papá le hablabas de mi. A nadie. Dejé de gustarte hace mucho, y no eras capaz de ser directo. Has sido la representación que más me ha herido en el último tiempo. Y cruzamos el límite cuando preferiste tomar ha que yo estuviera bien, ahí me tuve que haber dado cuenta que simplemente no me amabas, era obvio.

No hay comentarios: