Como en toda mujer, aquella alma guardaba secretos,
aun seguía de pie en el campo de batalla,
bañada en sangre enemiga y mirando hacia tierras conquistadas.
El ya se había ido,
luchaba lejos conquistando nuevas praderas,
no sabían directamente el uno del otro,
solo sabían que se debían un gracias que jamas seria pronunciado cara a cara....
El la necesitaba tanto como ella lo extrañaba,
pero la distancia era eterna,
mas que caminos, eran vidas opuestas:
el orgullo, la venganza y el desamor se habían entrometido de manera casi perpetua.
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Y ella hizo lo que toda guerrera de palabra sabe hacer,
recordó sus ojos y dijo "gracias".
luego se retiro en silencio....
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Mientras al otro lado del mundo,
el hizo lo que todo guerrero de palabra sabe hacer,
recordó sus ojos y dijo "gracias a ti".
luego se retiro en silencio....
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